Ya sea para comenzar a analizar un detalle o impresionar a alguien en una conversación, entender un edificio clásico comienza con una conciencia de los diferentes órdenes clásicos de la arquitectura. En los registros históricos de la arquitectura, Vitruvius escribió el primer relato de los órdenes: "[...] Los órdenes llegaron a proporcionar una gama de expresiones arquitectónicas, que van desde la rudeza y la firmeza hasta la esbeltez y la delicadeza. En un verdadero diseño clásico, la elección del orden es un asunto vital - es la elección del tono," [1] que para el autor sintetiza la "gramática de la arquitectura". [2]
Según John Summerson, autor de El lenguaje clásico de la arquitectura, "un [...] edificio clásico es aquel cuyos elementos decorativos se derivan directa o indirectamente del vocabulario arquitectónico del mundo antiguo - el mundo "clásico" [...]. Estos elementos son fácilmente reconocibles, como, por ejemplo, los cinco tipos estándar de columnas que se usan de manera estandarizada, los tratamientos estándar de aberturas y frontones, o, aún, la serie estandarizada de adornos que se emplean en edificios clásicos." [3]
En términos generales, existen cinco órdenes arquitectónicas clásicas: dórico, jónico y corintio, de carácter griego, y los órdenes toscano y compuesto, de carácter romano. La diferenciación de cada nomenclatura se muestra en la composición y en la ornamentación del capitel: el extremo superior de la columna, responsable de transferir los esfuerzos del entablamento al fuste y descargarlos sobre la base y/o estilóbato. Junto a el capitel, hay otros elementos constituyentes de los órdenes clásicos: cornisa, friso, frontón, arquitrabe, fuste, podio y pedestal.
A continuación describimos en breve las diferencias entre los capiteles de los cinco órdenes arquitectónicos clásicos:
Dórico
El más antiguo y sencillo de los órdenes clásicos griegos, el orden dórico surgió durante el siglo VII a. C.. Con líneas rudimentarias y estética basada en las proporciones del cuerpo masculino y su robusto arquetipo, se empleó en edificios griegos en honor a las deidades masculinas. En palabras de Vitruvio, el dórico ejemplifica la "proporción, fuerza y gracia del cuerpo masculino" [4], que denota el equilibrio, y para él, debe usarse en "iglesias dedicadas a los santos más extrovertidos (San Pablo, San Pedro o San Jorge). [5] En la arquitectura griega, el diseño de los capiteles también se organiza en función de la distribución de las cargas a la columna, por lo que, a través de su diseño simplificado, el orden dórico se adapta a edificios más bajos, ya que su altura es 8 veces su ancho. En este modelo, el capitel consta de dos partes, el ábaco (elemento cuadrado que recibe directamente las cargas del frontón) y el equino (constituye una especie de "almohadilla" bajo el ábaco).
Jónico
Con líneas orgánicas ligeras y fluidas, este orden alude a las líneas del cuerpo femenino, caracterizando la "esbeltez femenina" [6], como lo señala Vitruvio. En la composición del capitel, se observan influencias orientales, como tallados de hojas de palma, papiro y hojas vegetales, posiblemente inspiradas en la arquitectura egipcia. Las columnas son aproximadamente nueve veces más altas que anchas - una anchura mayor que la del Orden Dórico. Para Vitruvio, deben usarse en templos dedicados a "santos tranquilos - ni demasiado fuertes ni demasiado débiles - y para hombres con conocimientos". [7] En composición, este orden presenta una base más amplia, lo que permite recibir una mayor carga; un fuste delgado que se ensancha ligeramente cuando llega a la base; y capiteles con ornamentos en forma de espiral, más conocidos como volutas. Vale la pena mencionar que en algunas obras, los capiteles de este orden son reemplazados por cariátides, figuras femeninas talladas en la piedra que sostienen el entablamento.
Corintio
Como el estilo más refinado de los tres modelos basados en el diseño griego, este orden presenta una serie de detalles y diseños altamente pensados y elaborados para imitar la "figura delgada de una niña", como lo explica Vitruvio. [8] Brotes y hojas de acanto caracterizan el dibujo tridimensional de la piedra escultórica. Es diez veces más alto que ancho, la más delgada de las tres columnas.
Toscano
Concebido por los romanos, este orden es una reinterpretación del orden dórico. Con una altura de siete anchos de columna - un ancho menor que la columna dórica - presenta simplicidad en su forma y, por lo tanto, también simplicidad en su estructura. Para Vitruvio, es "adecuado para fortificaciones y prisiones". [9] A diferencia de los tres modelos de origen griego, donde el fuste está estriado, en este orden el fuste es liso, buscando la simplificación.
Compuesto
Desarrollado a partir de la unión de las órdenes jónicas y corintias clásicas, esta orden es la más elaborada de las cinco órdenes arquitectónicas. Con volutas jónicas y brotes y hojas de acanto corintios, este orden presenta una superposición de adornos. La altura, por lo general, es de diez anchos de columna.
Notas:
[1] SUMMERSON, p.12, 2006.
[2] SUMMERSON, p.12, 2006.
[3] SUMMERSON, p.04, 2006.
[4] VITRÚVIO in SUMMERSON, p.11, 2006.
[5] VITRÚVIO in SUMMERSON, p.11, 2006.
[6] VITRÚVIO in SUMMERSON, p.11, 2006.
[7] VITRÚVIO in SUMMERSON, p.11, 2006.
[8] VITRÚVIO in SUMMERSON, p.11, 2006.
Referencias bibliográficas
SUMMERSON, John. A Linguagem Clássica da Arquitetura. São Paulo: WMF Martins Fontes, 2006.
